Donde duele el amor

¿Qué te puedo decir? Junior es el amor que no escogiste, el amor que no decidiste, ese amor que simplemente nació contigo y te toco aceptar, y a lo mejor de niño, cuando Junior no ganaba sentías ganas de abandonar, sentías ganas de hacerte de otro deporte, o en los peores casos, de otro equipo.

Pero algo no te dejo retirarte, algo te mantuvo anclado sin dejarte escapar, y es esa fuerza infinita, ese sentimiento capaz de mover el mundo, ese amor que no sabías que sentías, el amor que en ese momento no entendías, fue el amor quien puso puntos de soldadura de oro entre tú y un escudo, los colores, un himno, una bandera, miles de almas, un nombre y una sola pasión.

Ahora que estamos mayores, podemos entender porque nunca nos fuimos de él, porque nunca nos apartamos de este amor, y es porque este amor no es un amor cualquiera, este es tu primer amor, lo amabas incluso sin saberlo; ya lo amabas, y ni siquiera sabías lo que era el amor.
Simplemente lo amabas y en eso se basa el amor. ¡Amar por amor, solo eso basta!

Pero como todo amor, como cosa natural de este bello sentimiento, a veces duele y lastima.
Pero Junior duele donde nada ni nadie más puede doler...
Junior duele en el cuerpo...
En el alma...
En la sangre, en la piel y el corazón...
Junior duele en las lágrimas, en los abrazos que no nos dimos, en el grito contenido, en las fiesta aplazada, en la ciudad callada, en el silencio que te gobierna, en un amigo que se acerca, en una ilusión que se aleja, en la bandera, en la camisa, el escudo y los colores, en el himno de una ciudad, en el abrazo de amistad.
Junior te duele donde duelen las cosas que se aman como se ama a Junior, y como se ama a Junior nada más se ama.

Gracias madre por hacerme hincha, enseñarme a amar, por cultivar esta pasión y criarme para hacer valer y hacer respetar los colores, la bandera y el escudo del club más grande de este mundo y los demás.

Gracias muchachos por entregarlo todo en la cancha.
Gracias eternamente amor de mis amores, gracias por tanto Junior de Barranquilla.

Escrito por:
Orlando Vargas
@OrlandoK1924